TERMINOS RELACIONADOS CON LAS GLOMERULONEFRITIS:
- Síndrome nefrítico
- Anticuerpos anti-membrana basal glomerular
- Glomeruloesclerosis
- Proteinuria en rango nefrótico
- Glomerulonefritis secundarias
- Edemas
El Nefrólogo le interrogará recogiendo datos sobre antecedentes en la familia, sobre presencia de "nefritis" en la infancia, sobre cómo aparecieron los síntomas, qué relación tiene con otras enfermedades que padezca (artritis, enfermedades de la piel, "alas de mariposa", enfermedades de los pulmones, artritis...)
El Nefrólogo precisa una ecografía renal como prueba radiológica mínima para evaluar el aspecto y forma de los riñones, para conocer si hay alguna anomalía, algún quiste, alguna obstrucción urinaria o también para saber el tamaño que tienen los riñones.
Si hay alguna duda, el Nefrólogo solicitará otras pruebas radiológicas para conocer con exactitud el estado de sus riñones.
Se realizarán analísis de sangre y orina buscando la relación que puedan tener las enfermedades glomerulares y las glomerulonefritis con alguna otra enfermedad que padezca.
Es posible que la analítica incluya la recogida de la orina de 24 horas, porque la eliminación de proteínas en la orina varía a lo largo del día.
En la mayoría de los casos será preciso realizar una biopsia renal para extraer una muestra de tejido renal y analizarla bajo el microscopio, permitiendo así llegar así a un diagnóstico claro.
A veces puede ayudar la realización de una biopsia en otras partes como fosas nasales, mucosa rectal, grasa subcutánea, piel... si la enfermedad renal va asociada con lesión en otras partes del organismo.
¿CÓMO SE HACE?
¿QUÉ SE SIENTE?
Durante la biopsia se puede notar alguna molestia en relación con la entrda de la aguja pero no dolor, si está bien anestesiado. A veces algunos pacientes dicen que es como "si te hurgan por dentro".
Tras la biopsia , se suele notar un dolorimiento leve en la zona muscular lumbar que cede en unos días, parecido a la sensación que se tiene al recibir un golpe en un músculo.
Tras la biopsia, Ud permanecerá en reposo en cama boca arriba durante un tiempo (normalmente 1 hora) y luego podrá moverse en la cama, pudiendo ponerse de lado y mover las piernas y brazos. Permanecerá sin tomar alimento ni agua durante 6 horas, recibiendo mediante una vía venosa suero y medicación.
Al cabo de 8-24 horas se permitirá que se levante de la cama y que camine con cuidado dependiendo del protocolo de cada centro y que se marche a domicilio tras comprobar que no ha habido ninguna complicación local.
En domicilio se debe guardar reposo relativo durante 7-10 días. No hace falta guardar reposo en cama, pero sí permanecer en casa sentado o caminando, sin grandes esfuerzos musculares, durante al menos 2-3 días. Tras ello se irá incorporando progresivamente a su vida habitual pudiendo realizar vida normal a partir de los 7-10 días si no hay complicaciones.
No es conveniente realizar deportes de contacto, deportes violentos, actividades que supongan actuación importante de la musculatura lumbar hasta que no hayan pasado 2 semanas. NO se debe transitar por caminos accidentados durante este tiempo. Ante cualquier duda, consulta con su Nefrólogo los detalles concretos de la actividad que pretenda realizar.